Se conoce como la gran dimisión (o la gran renuncia) el hecho de que más de 30 millones de personas presentaran su renuncia a su puesto de trabajo en Estados Unidos entre finales de 2020 y finales de 2021. Se dice rápido, 30 millones de personas dándose cuenta de que no eran felices en su trabajo. Y todo “gracias” a la pandemia. O, mejor dicho, al confinamiento.Hay miles de casos que explican sus motivos y muchos de ellos están relacionados con (no) sentirse realizados.

Y es que quizá influyó el hecho de que se parara el mundo y comprobar que “no pasaba nada”, de que en nuestro trabajo todo lo que ayer era urgente e imprescindible, hoy no lo era y de que el tiempo extra que dejaba no poder salir de casa permitía realizar actividades que alimentaban el alma como pintar, escribir, bailar o hacer costura. Todo esto, junto con la digitalización que se implementó, ahora ya sí, en todos los sectores y abrió oportunidades de negocio, hizo ver la luz a millones de personas que pensaron que si el mundo entero había cambiado, quizá sus vidas todavía podían cambiar un poco más.
Venimos de una pandemia que a muchos ha hecho replantear el sentido de la vida, habiendo perdido a seres queridos; habiendo por primera vez, tenido tiempo para conciliar vida personal y vida laboral. En resumen, haberse atrevido a cambiar de planes, de perspectiva de la vida. De hecho, miles de personas decidieron tras el confinamiento y gracias a la digitalización que se iban de la ciudad para vivir en pequeños pueblos o en el campo, alejándose del ritmo frenético de antes y de las horas perdidas de traslado hasta el puesto de trabajo. Otros decidieron emprender, intentar llevar a cabo su sueño de infancia.
Y es que el burnout es un problema al que mirar de cerca si las empresas quieren retener el talento. Empresas como Airbnb o Twitter han anunciado que sus trabajadores no iban a volver al trabajo presencial. Y Apple, que sí apostó por una vuelta progresiva a un modelo híbrido de trabajo, está perdiendo empleados por este hecho. El CEO de Airbnb, Brian Chesky, apuesta por un modelo 100% remoto y que los trabajadores se encuentren una semana por trimestre.
Está claro que los retos son grandes en esta era post-COVID y en Sterck somos conscientes de la importancia de impulsar el talento de los empleados y del potencial de la digitalización en empresas. Por ello, podemos ayudarte a diseñar un plan de negocios y de gestión de recursos que se adapte a tus necesidades y a las del mercado.