La era de la emoción - Sterck

La era de la emoción

Imagínate: estás en medio de una discusión sentimental (protagonizándola, se entiende) cuando de repente tu pareja se pone un lápiz en la nariz mientras tú gritas (vale, de acuerdo: argumentas tus motivos de enfado con un tono enfático) solo para hacerte reír y redirigir así la disputa. Y es que ¿cuántas veces has pensado que no te puedes enfadar con alguien que te hace reír? Son sentimientos contradictorios, ¿verdad? ¿Y cuántas veces más no has podido evitar empatizar con una persona mayor, o un niño indefenso? Incluso con una mascota simpática.

La emoción juega un papel clave en los circuitos neuronales. ¿Cómo te explicas que te acuerdes de qué ropa llevabas puesta el día que tu cita se te declaró, qué temperatura hacía, qué música sonaba y qué cenaste esa noche? Más o menos, así funciona la cosa: cuando asociamos una emoción a un recuerdo, ese recuerdo se nos graba a fuego en la mente.

¿Y sabes qué? Que esto los publicistas lo saben. Cosa que explica que los anuncios que más trascienden (o más se recuerdan) sean los que incluyen humor o un giro de guión emocional. No solo lo saben los publicistas para TV, sino que cada vez más se utiliza este “truco” para el arte, las campañas de marketing online e incluso para la política.

Sin ir más lejos, Roger Ailes, fundador de Fox News y asesor de campaña de Donald Trump dijo en su día: “Si le dices a la gente qué pensar, la has perdido. Pero si les dices cómo se sienten, son tuyos”. Y está claro que éxito, su campaña, tuvo. ¡Aunque esto es taaaan del 2019! Ahora las cosas están en otro punto, en un punto quizá todavía más distópico en el que intentamos dejar atrás una pandemia y acabamos de empezar a presenciar una guerra en Europa.

Sin duda, la era de la emoción es ahora y no antes de que el mundo cambiara. Por lo que cabe esperar que lo que hemos conocido hasta ahora en términos de publicidad de las emociones sea un juego de niños comparado con lo que podamos esperar. Tras dos años de ver (e incluso vivir) imágenes en los medios de gente muriendo, sufriendo, aislada, en hospitales, etcétera, imágenes tan potentes como ciudades enteras de todo el mundo vacías simultáneamente, lo que no ha pasado ni en películas de ciencia ficción, ¿qué va a emocionar ahora? Ya hemos visto políticos llorando, incluso a intérpretes llorando mientras interpretan un discurso… ¿qué nos va a impactar ahora?

El humor como contenido de marca

En Sterck nos atrevemos a pronosticar que volverá el humor como modo de conexión entre marcas y potenciales. Porque el humor es catártico, sanador. De hecho, hay estudios que revelan que el humor es el elemento creativo más poderoso para generar receptividad en los anuncios. Y funciona para todas las generaciones.  Sin ir más lejos, el humor ya juega un papel clave en muchas newsletters que quieren fidelizar a sus clientes o potenciales a través de contenido. Lo mismo pasa en otro sector en auge: los podcasts. Y, aunque en los últimos años es un recurso que ha ido a menos en publicidad, estamos viendo una clara tendencia al auge de nuevo.

Menos es más

En una era en la que las emociones están más a flor de piel que nunca (muchos han sufrido pérdidas cercanas durante la pandemia, o se han quedado sin trabajo, o simplemente están horrorizados con las atrocidades de una guerra en el continente), emocionar puede a priori parecer lo más fácil del mundo. Pero lo cierto es que una buena campaña de marketing solo necesita una cosa, que por cierto es complicada: tocar la tecla adecuada. Ahora imagínate que tu marca está en el móvil en la mano de un potencial cliente, uno que lleva un mal día. Que además llueve. Y ahora pon que se topa con un anuncio de tu marca que le roba una sonrisa. O una carcajada. O una lágrima. Que le cambia el humor. Tienes ese poder.

La creatividad tiene ese poder. En Sterck ponemos talento a tu disposición para digitalizar tu marca, para mostrarla como nunca antes se ha mostrado.

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